Parece ser que cada vez somos más los decepcionados con el Partido Socialista. Su gestión de la crisis está acabando con la confianza de mucha gente. Entendíamos que inicialmente no se hiciera un reconocimiento público, pues eso hubiera alarmado a la población y todo se hubiese precipitado y potenciado. De hecho, pocos gobiernos lo hicieron antes del verano, aunque ya era obvio para muchos de nosotros. Me gustaría decir que para la mayoría, pero me ha sorprendido la cantidad de gente, de izquierdas y de derechas, que no se lo ha creído hasta bien entrado el otoño.
También parece obvio que casi nadie ha sido capaz de predecirla, por lo que mucho menos podemos culpar al gobierno de ser su causante (como hace nuestra siempre colaboradora oposición), pero sí de no ser capaz de gestionarla de la mejor manera posible. También es cierto, que si miramos al exterior no vemos modelos que copiar.
Venimos de unos años de crecimiento insostenible que nos pone ahora a todos contra las cuerdas. La especulación urbanística y un sistema financiero sin escrúpulos han agudizado la quiebra “de facto” del sistema capitalista. Ahora bien, yo me pregunto, ¿no estamos poniendo tiritas a una situación que requiere de neurocirugía? Personalmente, estoy decepcionada.
Pero, ¿dónde está la solución a la crisis en España? ¿En el PP? ¿En ese partido del que forma parte Rodrigo Rato? Sí, ese señor que para lo único que fue listo fue para salir corriendo del FMI cuando vio la que se le venía encima. Y digo yo que tampoco era tan listo si no vio que el sistema estaba condenado a explotar. Pero si la alternativa no es Rato, ¿es Rajoy? Ese presidente incapaz de controlar a sus “barones”. ¿O es Esperanza? La lideresa protagonista de una aventura digna de “Mortadelo y Filemón”.
Lo que sí sé es que muchos no habían visto jamás una imagen como ésta.
Un pensamiento crítico 